miércoles, 19 de noviembre de 2008

Sigues bailándome


He colgado tu ropa mojada
de la cuerda de mi patio.
La brisa mueve
tus brazos de camisa
como un hombre enfadado
o a punto de ganar algo grandioso.
Hincha tus pantalones
como lanzándote vestido
al cielo
en gran pirueta.
Tus calcetines grandes sin zapatos,
cómodos tus pies en el aire.

Hace varios días se secaron tus ropas,
pero tu tela parece querer abrazarse
en volteretas
a mi cuerpo.
No me atrevo a doblarte,
a descolgarte de mi memoria.
Prefiero mirarte, desmembrado,
danzarín sin meta
en la cuerda de mi patio.
Quiero gritarte que pareces un pato sin agua
y reírme tontamente
de ti y tus movimientos
sin legado.

Así hoy sigues
bailándome
desde el fondo de mi patio.

3 comentarios:

Pablo Rodríguez Burón dijo...

encantado de conocerte y leerte!
un saludo :-)

David Cotos dijo...

sigues guardando su ropa, como recuerdo me imagino.

Anónimo dijo...

La memoria, asi como el espiritu de los objetos personales son dos de mis grandes obsesiones, que por lo que veo compartimos. Me ha emocionado profundamente la escena que has descrito, su plasticidad, su magia cotidiana, su elocuente emocion. Enhorabuena poetisa, un saludo desde 1929...